¿Qué objetos no compensa enviar en una mudanza?

María Gómez

Ha llegado el momento de mudarte nuevamente y cada vez que lo haces tienes que deshojar la margarita, con el propósito de determinar que objetos te llevarás y cuáles no. A fin de tomar una decisión sensata, es imprescindible calcular la relación entre el valor del objeto y el coste de traslado de este, así sabrás si es mejor optar por venderlo, regalarlo o dejarlo a resguardo en el hogar de una persona de confianza.

Sin duda, hay que desprenderse de la nostalgia y pensar con la billetera, debido a que, no te resultará rentable pagar por el traslado de un artículo que ya no usas, está en mal estado o puedes reemplazar fácilmente en el lugar adonde ahora vivirás. En este artículo, te indicaremos cuales son los objetos que conviene decirle adiós.

¿Qué objetos no encargar a la mudanza?

No queremos que juegues a la ruleta rusa con tus objetos, especialmente con los que son muy frágiles o tienen un valor emocional para ti. Por otro lado, si no seleccionas bien, invertirías mucho dinero en mudar artículos que no son tan valiosos y que puedes adquirir en mejor estado en tu nueva morada.

Por eso, te invitamos a hacer una evaluación objetiva de las posesiones que transportaras, puede que entre ellas estén algunos de estos 10 objetos comunes que no es recomendable llevar en una mudanza; los cuales mencionaremos a continuación.

Espejos

¿A quién no le gusta un espejo? Es inevitable que pasemos frente a él en la mañana sin sentir la curiosidad de vernos. Ahora bien, no es un secreto que el traslado de los espejos en una mudanza es tarea difícil, aun si los embalamos bien, es muy alto el riesgo de que se rompan. El coste de un buen espejo mediano de pared oscila entre los 80 y los 120 €, mientras que su envío en una empresa profesional es casi el mismo valor.

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Así que, después de todo, no parece muy buena idea transportar algunas clases de espejos. Por un lado, debes sopesar la relación coste del bien/traslado y por otra, la seria y triste posibilidad de que no llegue sano y salvo.

Ropa y calzado que no utilices

Por muchos años has acumulado ropa y zapatos que en realidad no utilizas. Lo que usaste en tu graduación, vestidos que ya pasaron de moda o están dañados, disfraces y zapatos en mal estado; en fin, kilos y kilos de prendas de vestir que sabes que no volverás a usar, pero que, por razones que tú mismo no sabrías explicar, todavía ocupan un espacio en tu casa y en tu vida.

En vista que en las mudanzas se determina el importe del servicio en función del volumen de los objetos, las dimensiones de la casa y sí, los kilómetros de distancia a recorrer, el coste aumenta ostensiblemente si tienes más cajas que llevar. Entonces, ¿porque pagar por trasladar algo que no usas? Llega la hora de ofertar esos artículos en ventas de garaje o sencillamente deshacerse de ellos, a fin de ahorrarte dinero.

Vajilla incompleta

Sin darte cuenta puede que hayas coleccionado piezas incompletas de vajilla, así que ahora tienes un mosaico de platos, vasos y otros utensilios, una suerte de rompecabezas de cristal.

No sería práctico ni económico ocupar muchas cajas con estos objetos frágiles. Decídete a regalarlos, lleva solo piezas completas. Al fin de cuentas, cuando te establezcas en tu nuevo hogar, sabrás si es necesario que adquieras otras vajillas.

Artículos de limpieza

Los artículos de limpieza se pueden quedar en la antigua casa. Generalmente estos objetos son económicos y no valdrá la pena llevarlos contigo a la nueva casa, porque podrás comprar otros. Además, corres riesgo de que algunos se derramen durante el viaje, dañando otros objetos.

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Obras de arte

¡Te sientes orgulloso de contar con una reliquia familiar! Puede que no sea un cuadro de Rembrandt, Picasso, Da Vinci o Van Gogh, pero ese objeto artístico representa tu legado y como tal deseas protegerlo.

Está demás decir que, conlleva una enorme responsabilidad la correcta manipulación de estos bienes culturales. Añade a esto, el hecho de que no pueden transportarse en cualquier tipo de camiones. Todos estos factores implican un coste elevado para su mudanza. Aun si contratas un profesional, estarás comiéndote las uñas de los nervios, esperando que no suceda nada malo.

Plantas ornamentales

Las plantas son bastantes delicadas y al trasladarlas de un lugar a otro pueden sufrir algún daño. Incluirlas en una mudanza puede ser perjudicial para ellas, porque estarían en un camión con poco o nada de oxígeno, y a una temperatura poco favorable. Lo mejor es donarlas o regalarlas. Más adelante podrás comprar otras.

Muebles grandes y muy viejos

Muchos muebles ocupan gran espacio y pesan una barbaridad. De repente, no habrá lugar para ellos donde vivirás, por lo que tendrás que adquirir otros. Y como comienzas una mejor vida, para casa nueva, muebles nuevos.

¿Conservas un sofá muy viejo y desgastado? ¡Déjalo quieto, ya pagó la inversión! Anímate a renovar tu mobiliario. No sería sabio que gastes por llevarte algo que al final, tendrás que regalar o tirar a la basura.

Artefactos electrónicos que ya no funcionan

Siendo sinceros, en ocasiones convertimos nuestro hogar en un taller de electrónica. Es probable que tengamos mesas y sillas llenas de aparatos que llevan años dañados, algunos totalmente inservibles, conservándolos con la excusa de usar algunas de sus piezas para futuras reparaciones.

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Pues bien, en lugar de llevártelos a dar un paseo, tienes la opción de venderlos a empresas de reciclaje o deshacerte de ellos de modo apropiado, cuidando de no afectar el medio ambiente.

Libros y revistas viejas

¡En tu afán conservador, tienes más libros que una biblioteca! Quizás en la estantería todavía reposan los que usaste en tus primeros años escolares, revistas antiguas, libros con contenido obsoleto, aquella novela que leíste solo una vez porque no te gustó. Cientos de ejemplares huérfanos de atención, acumulando polvo.

Son muchas las alternativas a tu alcance para donarlos, beneficiando así a otras personas, entre ellas están: las bibliotecas públicas, tiendas de segunda mano, empresas eco ciudadanas, etc. Si ya no los vas a usar, mejor compártelos.

Películas en formatos antiguos

Resulta muy llamativo que en esta era digital, tan evolucionada en el género del entretenimiento, todavía existan nostálgicos de los dinosaurios, como el Betamax o el VHS.

Es probable que mantengas apiladas en pesadas cajas centenares de esas cintas que no han visto la luz en años. Averigua si pueden interesarle a algún coleccionista, no te vendría mal recibir algo de dinero por ellas. En conclusión, estas pueden representarte una carga costosa en tu presupuesto de mudanza.

Saca calculadora, papel y lápiz. Revisa tu inventario, observa si posees algunos de los objetos antes mencionados y decide si es conveniente que continúen siendo huéspedes de tu hogar. ¡Éxito en tus gestiones, disfruta de la grata experiencia de darle nuevos aires a tu vida!